Por Steven J. Hogan
Traducido por Mario Meneses
~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana #310 ~
Vivimos en los últimos tiempos, los últimos años antes de que Cristo regrese
para arrebatar a la iglesia, y como probablemente usted sabe, este será un
tiempo cada vez más difícil (Mateo 24:9). Espero que te des cuenta de que estás
vivo “para los que están en un tiempo como este” (Ester 4:14). Y Dios os dará
abundancia de gracia para su gloria y para vuestro bien.
Mi propósito en esta publicación es ayudarte a entender lo que Dios dice acerca
del fin de los tiempos, lo que sucederá y cómo debes vivir para
Él. Recientemente nos hemos centrado en esto último, específicamente en tu
relación con Dios, lo más importante en tu vida. “A quién tengo yo en el cielo
sino a ti, y fuera de ti nada deseo en la tierra” (Salmo 73:25). Hoy, quiero mirar
el libro de los Salmos y ver lo que dice sobre cómo Dios te bendice, y saber esto
es vital para tu relación con Dios y el propósito que Él tiene para ti. A
continuación, se enumeran 40 versículos que te dicen lo que Dios hace por ti.
Salmos 4:3 – “El Señor escuchará cuando yo lo llame”. Dios te escucha
perfectamente cuando oras, cuando lo llamas, cuando le pides ayuda”. 6:8, 17:6,
Sal. 54:2
Salmo 4:8 – “Me acostaré y dormiré en paz, porque solo tú, oh Señor, me haces
habitar seguro”. Dormirás tranquilo si conoces al Señor y confías en Él. Salmos
3:5
Salmo 17:15 – “En justicia veré tu rostro”. Aquellos que caminan con justicia,
que viven una vida santa, tienen una relación íntima con Dios. Salmos 11:7; Sal.
27:4, 8
Salmo 16:8 – “Porque Él está a mi diestra, no seré sacudido”. Porque el Señor
está contigo, no tendrás miedo, estarás en paz. Salmos 15:5, 55:22, 112:6-7
Salmo 18:1 – “Te amo, oh Señor, fortaleza mía”. Dios es tu fuerza y poder, y
experimentar esto te moverá a amarlo. Sal. 28:7, Sal. 46:1, Sal. 59:16-17
Salmos 18:2 – “Dios es mi roca, en quien me refugio”. Para obtener refugio,
seguridad y protección contra el enemigo, debes acudir a Dios. Salmos 46:1,
61:3-4, 71:1, 91:2
Salmo 20:2 – “Que Dios te envíe ayuda desde el santuario”. Necesitas ayuda en
todas las áreas de tu vida, y solo Dios puede darte la ayuda que
necesitas. Salmos 27:7, 30:10, 33:20, 54:4, 63:7, 70:5, 121:2, 123:8
Salmo 23:1 – “El Señor es mi pastor; No tendré necesidad. Dios se preocupa
personalmente por ti. Él vela por ti y satisface todas tus necesidades. Salmos
28:8-9, 145:14-21
Salmo 23:1 – “Él me hace recostar en verdes pastos”. A través de Su Palabra,
Dios alimenta tu alma, dándote el mejor alimento espiritual que existe. Salmos
19:7-11, 119:103
Salmo 23:3 – “Él restaura mi alma”. Cuando estés espiritualmente cansado o
agotado, Dios te revivirá, te animará. Salmos 19:7; Salmos 80:3, 18; 119:154,
156, 159
Salmos 23:6 – “Habitaré en la casa del Señor para siempre”. Debes estar
extremadamente emocionado y agradecido por la esperanza que Dios te ha
dado, el futuro increíblemente grande que Él ha planeado para ti. Salmos 16:11,
37:11, 46:10, 47:7, 67:7, 71:5, 72:17, 73:24
Salmo 25:2 – “En ti confío, oh Dios mío. No me avergüences, ni mis enemigos
triunfen sobre mí”. Porque Dios es tu Dios, nunca serás avergonzado, siempre
serás victorioso. Salmos 25:20, 31:1, 44:4-8, 60:11-12
Salmo 25:4 – “Muéstrame, oh Señor, tus caminos, enséñame tus
sendas”. Aprende de Dios, porque Él es tu maestro, el mejor maestro que
existe. Salmos 27:11, 70:17, 86:11, 90:12
Salmo 27:1 – “El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?” Porque
eres un hijo de Dios, no tienes nada ni a nadie a quien temer. Salmos 3:6, 23:4,
46:2, 56:4
Salmo 31:19 – “¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te
temen!” Dios es bueno, y te muestra Su bondad, ahora y siempre. Salmos 23:6,
86:5, 100:5
Salmo 32:1 – “Bienaventurado aquel cuyas transgresiones
son perdonadas… cuyo pecado el Señor no le toma en cuenta”. Ser perdonado,
tener tu alma limpia de tus pecados, es una gracia asombrosa, una bendición
presente, eterna e infinita. Salmos 32:2-5, 51:1-4, 79:9, 130:3-4
Salmo 32:7 – “Tú eres mi escondite; Tú me protegerás de la angustia”. Dios es
el Único que puede mantenerte “a salvo y seguro de toda alarma” (Sal. 31:20,
64:2, 143:9).
Salmo 32:8 – “Yo te instruiré y te enseñaré el camino por el que debes
andar”. Dios te guiará, te mostrará Su camino, te ayudará a saber lo que debes
hacer”. 25:5, 143:8-10
Salmo 34:4 – “Busqué al Señor, y él me respondió.” Eres muy especial para
Dios, y Él nunca te ignora, Él te responde cuando lo buscas. Salmos 86:7, 118:5
Salmo 34:19 – “El justo puede tener muchas dificultades, pero el Señor
lo libra de todas ellas”. Nunca olvides que el Señor te librará de todas tus
angustias y te librará de todos tus enemigos. Salmos 18:17, 33:19, 34:7, 59:1-2
Salmo 36:7 – “Cuán inestimable es tu amor inagotable”. ¡Dios te ama
grandemente, personalmente, continuamente y eternamente! Sal. 23:6, 26:3,
33:20, 36:10, 52:8, 57:3, 59:17, 63:3, 66:20, 89:1, 90:14, 92:2, 94:18, 103:17,
107:15, 109:21, 109:26; 115:1, 118:18, 136:1-26, 145:8
Sal. 43:3 – “Envía tu luz y tu verdad”. Dios te dice lo que es verdad, y para vivir
realmente, debes conocer Su verdad, lo que está bien y lo que está mal. Salmos
26:3, 69:13, 86:11
Salmo 54:4 – “Dios es mi ayuda; el Señor es el que me sostiene”. Cuando estés
enfermo, débil o cansado, Dios te ayudará, te apoyará y te mantendrá en
marcha. Salmos 41:3, 55:22, 68:19
Salmo 68:3 – “Que los justos se regocijen y se regocijen delante de Dios; Que
sean felices y alegres”. Deberías estar lleno de alegría, deberías estar
regocijándote y cantando, porque Dios te hizo perfecta, completa y eternamente
santo. Salmos 64:10, 70:4, 90:15, 92:4
Salmo 69:1 – “Sálvame, oh Dios.” Dios te salvó del infierno y también te libera
de las pruebas, de los problemas, de las dificultades y de tus enemigos. Salmos
69:29, 86:2, 88:1, 116:6
Salmos 71:20-21 – “Aunque me hayas hecho ver problemas, muchos y
amargos, restaurarás mi vida de nuevo… Aumentarás mi honor y
me consolarás una vez más”. La vida puede ser muy dura, pero Dios te revivirá,
te consolará y te honrará. Salmos 86:17
Salmo 73:23 – “Yo siempre estoy contigo”. Una cosa importante en la vida es
saber que Dios nunca te deja, que siempre está contigo. Salmos 16:10, 23:4,
118:6, 139:7
Salmo 80:18 – “Revívenos e invocaremos tu nombre”. Puedes estar triste,
puedes estar desanimado, pero Dios puede restaurarte, puede darte una vida
nueva. Salmos 71:20, 85:6
Salmo 86:15 – “Tú, oh Señor, eres un Dios compasivo y misericordioso, lento
para la ira, abundante en amor y fidelidad.” Más de lo que te das cuenta, Dios
te soporta amorosamente: es paciente, perdonador y tolerante. Salmos
103:8; 78; 106; 145:8
Salmo 89:1 – “Con mi boca daré a conocer tu fidelidad”. Dios es leal, es firme
y consistente, y nunca se da por vencido contigo. Salmos 36:5, 89:5, 92:2, 100:5
Salmos 90:14 – “Sácianos por la mañana con tu amor inagotable, para que
cantemos de alegría”. Dios quiere que estés lleno de gozo, Su gozo, todos los
días de tu vida. Salmos 63:3, 65:14, 81:16, 90:14, 103:5, 107:9
Salmo 94:12 – “Bendito el hombre que disciplinas, oh Señor, al hombre al que
enseñas con tu ley”. La amonestación y el castigo del Señor es una medida
correctiva, una de las formas en que Él te enseña la verdad, te entrena para
seguirlo. Salmos 73:14; 118:8; 119:67
Salmo 94:19 – “Cuando la ansiedad era grande dentro de mí, Tu consuelo trajo
alegría a mi alma”. Cuando estás ansioso, preocupado o asustado, entonces Dios
mismo quiere consolarte, consolarte y llenarte de Su gozo. Salmos 71:21
Salmo 103:2-4 – “Alabado sea el Señor… el que redime tu vida de la
fosa”. Alabado sea Dios, porque Él te compró, te rescató del infierno. Salmos
49:7, 55:18, 77:15, 107:2
Salmo 112:1 – “Bienaventurado el hombre que teme a Jehová, que se deleita
en sus mandamientos.” Dios quiere bendecirte grandemente, darte lo que es
bueno, y sucede cuando le temes y le obedeces. Salmos 40:4, 65:4, 84:12,
115:12, 119:1
Salmos 116:5 – “Nuestro Dios está lleno de compasión”. Cuando Dios ve que
estás sufriendo, entonces Él tiene compasión de ti, y este es un amor especial,
una profunda preocupación que Dios tiene por ti, y lo mueve a actuar en tu
nombre” (Sal. 69:16; 86:15; 103:8, 13
Salmo 121:7 – “El Señor te guardará de todo mal, Él cuidará de tu vida”. Dios
es tu guardián, Él te protege, te guarda y vela por ti continuamente. Salmos
41:2, 91:10-12, 145:20
Salmo 126:3 – “El Señor ha hecho grandes cosas por nosotros, y estamos
llenos de alegría”. El hecho de que Dios haga cosas grandes y maravillosas por
ti debería hacer que estés alegre, que te regocijes, que seas espiritualmente
feliz. Salmos 16:10, 43:4, 51:8, 51:12, 100:1
Salmo 145:8 – “El Señor es misericordioso y misericordioso”. En cada aspecto
de la vida, Dios será misericordioso contigo, dándote toda la gracia que
necesitas. Salmos 67:1, 86:15, 123:3
Salmo 147:6 – “El Señor sostiene a los humildes”. Dios te ayuda cuando eres
humilde, cuando estás sufriendo, cuando estás mirando a Él. Salmos
10:17; 22:1-11; 25:9; 34:2
Estos versículos son la verdad, una demostración increíble y abrumadora del
gran y eterno amor de Dios por ti. ¿Por qué Dios hace tanto por ti?
– Porque eres su hijo, porque Él realmente te ama, porque quiere que te llenes
de alegría, porque quiere bendecirte.
– Porque Él quiere que lo ames, que le agradezcas, que lo glorifiques.
– Porque Él quiere que crezcas espiritualmente, que seas un creyente maduro, y
estas verdades son esenciales para tu crecimiento.
– Porque Él quiere que le obedezcas. Mira el Salmo 119:115 – “Apártate de mí,
malhechores, para que guarde los mandamientos de Dios”. Dios te libera del
enemigo para que puedas obedecerle. Los Salmos 119:88, 134, 145 dicen cosas
similares.
– Porque Dios quiere que seas un vencedor, un soldado fuerte, de operaciones
especiales para Él en estos últimos tiempos, incluso cuando el Anticristo
gobierna esta tierra y te persigue. Esto solo puede suceder si tienes una relación
cercana con Dios mismo.
“Gritad de júbilo al Señor, toda la tierra. Adorad al Señor con alegría; venid
delante de Él con cantos alegres… Porque el Señor es bueno, y su amor es para
siempre; Su fidelidad continúa a través de todas las generaciones”. Salmos
100:1, 5
Nota: Continuaré enfatizando la importancia de crecer en tu relación con
Dios. ¡No te decepcionarás y Dios será honrado! Si aún no lo has hecho, por
favor lee las dos publicaciones anteriores sobre este tema. Además, terminé mi
artículo sobre las oraciones a Dios del libro de los Salmos: “Los Salmos y tu
relación con Dios”. Te animo a que lo leas y lo uses como una forma de orar a
Dios.