Por Steven J. Hogan

Traducido por Mario Meneses

~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana  #8 ~

En Carroll, Iowa a finales de los 60’s y comienzos de los 70’s yo estaba en el colegio, y trotar se estaba volviendo popular. Un gran cementerio de la ciudad estaba localizado detrás del patio de mi casa, y 3 o 4 veces a la semana yo saltaba mi cerca y me iba a trotar. Algunas veces paraba y me ponía a mirar los mensajes en las tumbas, mirando el nombre de la persona y las fechas de nacimiento y de la muerte. Desde esa época he pensado como la mayoría de personas definen la vida desde un punto de vista físico, por la fecha de nacimiento y la fecha de la muerte. Una persona celebra su cumpleaños, y tarde o temprano muere, tiene un servicio funerario y luego en su tumba es decorada con una lápida y en ella las dos fechas. Esa persona solo tiene un número de años de vida y luego se va.

Unos años después estaba en la Universidad del Estado de Iowa. Era el primer día de clases y me acuerdo que me levantaba con una canción en el radio despertador de mi compañero de cuarto tocando “No se Deje Engañar otra Vez”. Pero no fue sino hasta más tarde en ese mismo año que mi engaño fue removido, porque por la gracia de Dios fue que me di cuenta que mi problema era el pecado y que Jesucristo era mi única respuesta. Yo puse mi fe en Dios quien murió por mí y pago por todos mis pecados. Fui regenerado. Fui perdonado. Me convertí en niño de Dios en el reino de Dios. Y no tuve más temor a la muerte porque la muerte se convirtió en una puerta entre esta vida y la siguiente, entre la tierra y el cielo. Este era el evangelio, las mejores noticias que siempre he escuchado. Ahora tenía un padre celestial (mi padre terrenal había muerto 10 años antes). La vida ya no era solamente una vida física, ere aún más, una vida espiritual, una relación con Dios mismo. Yo tenía vida eterna, yo iba a vivir para siempre! Juan 11:25-26.

La palabra de Dios se convirtió en mi libro de texto favorito, y Dios era mi profesor. El me enseno que mi relación con él estaba compuesta de tres partes. El pasado – estaba justificado, fui regenerado y tuve un nacimiento espiritual; El presente – ahora estoy siendo santificado, y estoy creciendo espiritualmente; El futuro – seré glorificado, seré perfecto en cuerpo, alma y espíritu. Resumiéndolo es justificación, santificación y glorificación. Pero aprendí que la glorificación no sucede cuando muera físicamente. Los cristianos que mueren ahora se liberan de sus cuerpos físicos, van al cielo y nunca tienen más pecados, enfermedades, o problemas, (Amen!), pero todavía no son glorificados. Ser glorificados no sucede hasta que Dios regrese al final de los tiempos, y en ese momento es cuándo tendremos un cuerpo perfecto, poderoso, espiritual y eterno. La salvación de un cristiano se completa cuando es glorificado.

Esta perspectiva de nuestra vida está reflejada y resumida en muchos versos. Filipenses 1:6 “estando convencido precisamente de esto: que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Cristo Jesús.” 2 Corintios 1:20 “Pues tantas como sean las promesas de Dios, en El todas son sí; por eso también por medio de Él, Amén, para la gloria de Dios por medio de nosotros.” Pero mis versos favoritos son “Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado, entonces vosotros también seréis manifestados con El en gloria.”

Luego comenzó a aprender acerca de profecía, y me di cuenta que mi vida en la tierra estaba convergiendo y coincidiendo con los últimos tiempos. Me di cuenta que a lo mejor estaré aquí en la tierra cuando Jesucristo regrese, y seré glorificado, y todos los creyentes en la historia serán también glorificados al mismo tiempo. Se me hizo claro que existen solo dos posibilidades para mi futuro – terminare los días de mi vida, moriré e iré al cielo, o alcanzare a vivir durante los últimos días, seré raptado y glorificado y luego iré al cielo.

Que piensa acerca de esto? Se ha dado cuenta que posiblemente no viva hasta los 70, 80 o 90 años de vida? A lo mejor no se convierte en un abuelo. Ni tenga niños. Ni se case. El hecho de que usted vive durante los últimos tiempos significa que tiene que mirar la vida de una manera diferente, porque sus días “gloriosos” no están muy lejos. Usted posiblemente este vivo durante el retorno de Jesucristo y el rapto de los santos. Mirando la vida de esta manera cambia todo, y lo ayuda a no ser mundano ni estar en la carne, pero solo a vivir para Dios. Afecta como vive, las cosas que hace, los sitios adónde va, la gente que usted visita, y como usted usa su tiempo y su dinero. Necesita ver que el tiempo limitado de su vida ahora está encajando con el tiempo de Dios en los últimos tiempos. Conocer esto le da la perspectiva correcta para su vida! Ahora en esto días es nuestro tiempo de vivir para Dios.

Nota:

Acabo de terminar un artículo acerca de Mateo 24 el cual yo creo es el único capítulo más importante, más instructivo capítulo de profecía para los cristianos en la biblia. Tómese un tiempo para leerlo porque hay mucho para digerir. Por favor siéntase libre en hacer copias del artículo para su uso personal.