Por Steven J. Hogan

Traducido por Mario Meneses

~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana #120 ~

Desde el inicio de la iglesia, los cristianos han sido perseguidos. Pero esto no debería ser una sorpresa para nosotros, porque la Biblia nos dijo que esto pasaría. Jesús dijo a sus discípulos: Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros (Juan 15:20). En su epístola, Pedro escribió: Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas, (1 Pedro 2:21). El apóstol Pablo dijo a los hermanos cristianos: “por medio de muchas tribulaciones debemos entrar en el Reino de Dios.” Hechos 14:22

Pablo, quien sufrió mucho, estuvo involucrado con muchas iglesias que estaban siendo perseguidas, una de las cuales estaba en Tesalónica. Estuvo allí sólo unas pocas semanas, pero después de haberse ido y escuchar que esta iglesia estaba soportando mucha tribulación, escribió una carta para alentarlos. “Gracia y paz de Dios Padre… siempre debemos dar gracias a Dios por ti… nosotros mismos hablamos orgullosamente de vosotros entre las iglesias de Dios por vuestra perseverancia y fe “ (2 tesalonicenses 1:2-4). Ahora Dios tenía este capítulo escrito con una perspectiva general, llevándonos desde la época de la iglesia de Tesalónica con claridad hasta el regreso de Cristo, lo que significa que estos versículos son para todos los creyentes que viven durante esta edad de la iglesia, pero son particularmente relevantes para aquellos que viven en los últimos tiempos.

Lo que Pablo dice a los creyentes Tesalonicenses es instructivo para los santos del siglo 21 que viven en medio de la persecución. Debemos seguir confiando en el Señor. Debemos amarnos unos a otros. Debemos perseverar, soportar el sufrimiento injusto .Debemos saber que el sufrimiento es la prueba de que somos verdaderos cristianos, y que somos dignos del Reino de Dios. Y debemos tener esperanza – debemos saber que habrá un “alivio” permanente de este sufrimiento. Cerca de 2000 años han pasado desde que comenzó la iglesia, lo que significa que el alivio y el descanso ya han llegado a millones de creyentes que han muerto, y ahora están en el cielo con Jesús. Pero ya que vivimos en los tiempos finales, hay una buena posibilidad de que muchos de nosotros no moriremos, pero continuaremos viviendo y sufriendo por Jesús, y luego seremos raptados por Cristo y nos dará alivio.

Hay algo más que Dios quiere que sepamos. Como cristianos a veces nos quejamos cuando sufrimos. Incluso podemos mirar a los incrédulos con una mirada envidiosa, deseando tener la comodidad y la facilidad que parecen tener. Sí, pueden estar comiendo, bebiendo y divirtiéndose, pero no olviden que, si no se vuelven a Jesús, entonces Dios “los arrojará a la destrucción” (Salmos 73:18, Lucas 12:4-21). Dios quiere que sepamos que los incrédulos no arrepentidos nos pueden afligir a nosotros por un corto tiempo en la tierra, pero ellos serán eternamente afligidos en el infierno. Es imperativo que tengamos esta perspectiva, y darnos cuenta de que “la aflicción momentánea y ligera está produciendo para nosotros un peso eterno de gloria” (2 Corintios 4:17), y que el impenitente incrédulo recibirá retribución eterna , La Santa venganza de Dios.

Dios continúa para explicar a quién, qué y cuándo de su venganza, su justa ira:

* ¿Quién recibe esta ira? Todas las personas que no conocen a Dios, que han rechazado el Evangelio, la oferta de misericordia de Dios, serán juzgadas y sufrirán su ira eterna. * ¿Qué es esta ira? Es la destrucción eterna. Esto no significa que Dios aniquile a los pecadores, que los borrara de la existencia. Significa que estarán “alejados de la presencia del Señor y de la gloria de su poder. “Significa que nunca experimentarán ni siquiera un poco de amor, alegría, paz, misericordia o placer. Pero no es sólo la ausencia de lo que es bueno, es la presencia del dolor eterno. Jesús dice: “… estos se van a llevar al castigo eterno” (Mateo 25:46). Pero recuerden siempre, cuando Dios trae retribución, él es completamente justo, porque su ira se basa en su justicia perfecta y Santa.

* ¿Cuándo comienza esta ira, esta destrucción eterna? Primero, sepan que todos los incrédulos no arrepentidos que mueren antes del regreso de Cristo son arrojados al Hades (Lucas 12:5, 16:19-23). Segundo, sepan que 2 Tesalonicenses 1:7-9 tiene una referencia particular a los incrédulos que están en la tierra durante el regreso de Cristo. Y su juicio comienza cuando Cristo es revelado desde el cielo, en aquel mismo día en que él llega a ser glorificado en sus santos, que sucederá durante el regreso de Cristo. El primer acontecimiento que se produce a su regreso es el rapto de la iglesia, y justo después de eso comienza esta destrucción eterna, que tiene tres etapas . Primero, estos incrédulos sufren durante el día del Señor (Apocalipsis 8-9, 16). En segundo lugar, son arrojados al Hades, donde permanecerán por 1000 años. En tercer lugar, son arrojados al lago de fuego, donde serán eternamente castigados. Apocalipsis 20:11-15

Esta última sección acerca de los incrédulos es verdadera, y muy triste, y muy grave. Entonces, ¿cómo concluye Pablo este capítulo? Con una oración, Con este fin también nosotros oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere[a] dignos de vuestro llamamiento y cumpla todo deseo de bondad y la obra de fe, con poder,” 2 Tesalonicenses 1:11.

Judas 21-25 nos dice Qué hacer: Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y para presentaros sin mancha en presencia de su gloria con gran alegría, al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad, dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén.

Nota: 2 Tesalonicenses 1 nos dice que los cristianos pasan por tribulaciones desde el comienzo de la edad de la iglesia hasta el final de la edad de la iglesia. También sabemos que los cristianos de todo el mundo atravesarán grandes tribulaciones en el tiempo que conduce al regreso de Cristo. Dos publicaciones que hablan de esto son: los cristianos pasan por la tribulación y los cristianos atravesarán una gran tribulación.