Por Steven J. Hogan

Traducido por Mario Meneses

Un Mensaje del Sábado por La Mañana #20

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El Antiguo Testamento es la verdadera palabra de Dios. Es un grupo de 39 libros, que, junto con los 27 libros del Nuevo Testamento, forman la Biblia, la palabra de Dios. Y así como usted necesita leer todos los capítulos en un libro para conocer la historia completa, de la misma forma usted necesita leer la Biblia completa, ambos, el Antiguo y el Nuevo Testamentos, presente y futuro trabajando con Su gente, y con todo el mundo.

¿Que hay en el Antiguo Testamento? Es acerca de Jesucristo, quien Él es, como Él es, y lo que está haciendo – su función, carácter y propósito. Hay muchos versos, tipos e ilustraciones de Cristo en el Antiguo Testamento, dándonos una visión muy importante de nuestro Señor, Salvador y Rey. Jesús mismo uso la ley, los Profetas y los Salmos del Antiguo Testamento para ayudar a sus discípulos a entender quién era El (Lucas 24: 25-27, 44-45).

El Antiguo Testamento es acerca de los judíos. El propósito de los judíos era escribir la palabra de Dios, ser recipientes de las leyes de Dios, y ser la “mujer” quien iba a dar nacimiento al Mesías, Jesucristo. También leemos historias acerca de los judíos, sus vidas y servicio a Dios, los cuales nos dan buenos y variados ejemplos de fe, esperanza, amor y perseverancia. Adán, Abraham, Moisés, Deborah, Ruth, David, Isaías, Ester, Nehemías y muchos otros. Pero estos no son santos con carácter piadoso que solamente hacen buenas historias de clases dominicales. El Antiguo Testamento es más que muchas historias con un contexto corto, sino que hace parte de la totalidad de la Biblia, y de tal manera una es una parte necesaria de la historia completa. Considere lo siguiente:

Primero, existieron las promesas, los pactos o convenios de Dios. Abraham aprendió que de su simiente vendría una gran multitud de descendientes (Genesis 12:1-3). David aprendió que el Mesías seria uno de sus descendientes, el futuro Rey de todo el mundo (2 Samuel 7:12-16). Jeremías aprendió que un gran número de judíos seria salvo en el futuro (Jeremías 31:31-34). Estas tres promesas son extremadamente importantes, porque no solamente describen los planes de Dios para los judíos, pero también porque se relacionan con la Iglesia y nuestro futuro.

Segundo, hubo predicciones de los profetas. Ellos, “procurando saber qué persona o tiempo indicaba el Espíritu de Cristo dentro de ellos, al predecir los sufrimientos de Cristo y las glorias que seguirían” (1 Pedro 1:11), predijeron los sufrimientos de Cristo y la gloria venidera.

Por ejemplo, Isaías, Miqueas, Zacarias y Daniel todos hablaron de la segunda venida de Cristo (Isaías 9:6-7, 53; Miqueas 5:2-4; Zacarias 14:9; y Daniel 7:13-14). Y como sabemos hoy en día, algunas de sus predicciones literalmente se cumplieron durante la primera venida de Jesucristo, pero otras serán cumplidas durante la segunda venida de Jesucristo, y la era del Reino venidero. Por ejemplo, Jesús literalmente nació como un bebe en esta tierra, y en el futuro cercano El literalmente aparecerá y va a reinar sobre la tierra.

Tercero, hubo partes que fueron interpretadas por judíos santos, como Moisés, y si no fuera por él, los judíos nunca hubieran llegado a la tierra prometida. Ruth, una persona clave en la historia de los judíos, porque ella era la bisabuela de David. Ester, a quien Dios uso para preservar la raza judía, y sin ella, Jesús no habría nacido. Y también Ezra, quien ayudo a traer a los judíos de vuelta a Israel, y así Jesús pudo nacer en Betlehem. Estas historias vistas en la tierra fueron parte de los planes de Dios. Pero detrás de todo esto estaba la guerra invisible espiritual entre Dios y Satanás. Apocalipsis 12 nos dice que Satanás ha estado peleando como el Diablo para parar el trabajo de Dios relacionado con ambos, judíos y cristianos, pero Dios lo ha derrotado une y otra vez.

Usted puede ignorar el Antiguo Testamento. Cuando usted lo lee, necesita darse cuenta de que no son eventos separados que sucedieron en al pasado sin ninguna conexión en el futuro. Usted tiene que ver las promesas y las predicciones del Antiguo Testamento, que nos dirigen hacia los eventos del Nuevo Testamento, la primera y la segunda venida de Jesucristo y la era de Su Reino. Tiene que darse cuenta de que el pueblo de Dios tuvo papeles decisivos en el pasado, y que también fueron necesarios para los planes futuros de Dios. Necesita mirar como Dios esta soberanamente está dirigiendo a sus pueblo y eventos de acuerdo con sus planes y propósitos eternos. “El consejo del Señor permanece para siempre,
los designios de su corazón de generación en generación” (Salmo 33:11).

En este momento de la historia, estamos en la última parte de la era de la iglesia, porque los judíos han regresado a su tierra. El trabajo de Dios con ambos los judíos y los cristianos está en su momento más importante, y no pasara mucho tiempo antes de que sus planes para ellos sean cumplidos. Luego en la era siguiente, estaremos adorando y sirviendo al Señor juntos. Hebreos 11:13,39 es instructivo “Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto y aceptado con gusto desde lejos, confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra” y “Y todos éstos, habiendo obtenido aprobación por su fe, no recibieron la promesa, porque Dios había provisto algo mejor para nosotros, a fin de que ellos no fueran hechos perfectos sin nosotros.”