Por Steven J. Hogan
Traducido por Mario Meneses
~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana #128 ~
Vivimos en un mundo que está en el poder del diablo, y con eso, en un mundo lleno de humanistas, aquellos que creen que los seres humanos, y no Dios, tienen las respuestas a la vida y a los problemas de la vida (Manifiesto Humanista II). La mayoría de las personas, incluidos muchos líderes, científicos, educadores, hombres y mujeres de negocios, han rechazado a Dios y Su plan para el mundo. Están orgullosos, presumiendo de sus logros. Quieren poder, quieren tener el control y manejar sus propias vidas y el mundo. Quieren fama, quieren ser reconocidos, aplaudidos y premiados. Quieren fortuna, quieren dinero, propiedades, casas y autos bonitos. Y son amantes del placer, deseando “tomar la vida con calma, comer, beber y ser feliz”.1 Juan 5:18; Lucas 6:24-26, 12:19; 2 Timoteo 3:2-4
Quieren libertad para hacer lo que quieran, pero no la libertad del pecado. Quieren paz, pero es la paz del hombre, basada en armas, sanciones y firmas en un pedazo de papel, no una paz dada por Dios en sus corazones. Quieren la salvación física de un planeta, pero no ven que están separados de Dios, y que su necesidad principal es la salvación espiritual de su alma. Buscan salvadores, aquellos que pueden salvar a la nación, la economía, el medio ambiente y les pueden darles empleos, seguridad y atención médica, pero agitan sus puños a Dios. Y Dios se ríe y se burla de ellos; y les advierte de la ira venidera, y de su necesidad de adorar a Su Hijo, el verdadero Salvador y Rey, Aquel que reinará sobre el mundo. Jueces 21:25, Romanos 6:15-19, Efesios 2:1-3, Jeremías 6:14, Salmos 2
Luego está la iglesia, tú y yo, y todos los cristianos, y Dios quiere que seamos luces en este mundo oscuro, y que estemos luchando por la verdad. No estamos aquí por fama, fortuna, poder, posición y gloria personal. No debemos ser mundanos y poner nuestra mente en las cosas de la tierra. No debemos sentirnos demasiado cómodos, con planes para vivir vidas largas y auto-satisfactorias. No debemos estar obsesionados con el proceso político, pensando que la respuesta está en los líderes seculares, porque el gobierno no puede hacer lo que sólo Dios puede hacer. Debemos poner nuestra esperanza en Dios, y no en los hombres. Efesios 5:8-14, Lucas 6:20-23, Colosenses 3:1-3, Salmos 146:3-5
Estamos aquí para la gloria de Dios, y debemos amarlo con todo nuestro corazón, alma, mente y fuerza. Debemos proclamar y alabar Su nombre, y hacerlo famoso. Debemos sacrificar nuestra vida por Jesucristo y estar dispuestos a sufrir por Él. Debemos predicar el Evangelio, diciendo a las personas que para entrar en el reino de Dios, necesitan nacer de nuevo. Nuestro propósito es construir la iglesia, un reino espiritual, donde Cristo es Rey en el corazón de los creyentes. Nuestro propósito es buscar el reino de Dios y orar para que el reino de Cristo se establezca en la tierra. Y hacer esto traerá gloria a Dios, intimidad con Cristo y bendición a tu propia vida. Marcos 12:30; Mateo 6:10,33; Lucas 6:20-23; Juan 3:3, 14:21
Jesucristo, el Rey de reyes, vendrá pronto. Lo sabemos porque vivimos en los últimos tiempos, lo que significa que no pasará mucho tiempo antes de que Cristo regrese para raptar su iglesia y apoderarse del mundo. Pero esta es una edad malvada, y es difícil vivir en este mundo inicuo, en medio de la anarquía y el hedor del pecado. Pero este es nuestro tiempo, el tiempo que Dios ha elegido para que estemos vivos. Y será más difícil, porque el pseudo salvador, ese Anticristo engañoso y diabólico gobernará esta tierra y hará la vida difícil y angustiosa para el pueblo de Dios. Pero una vez que Cristo termine de construir la iglesia, arrebatara a los cristianos en la tierra, y reunirá a todos los creyentes de todos los tiempos para Sí mismo. Entonces derramará Su ira, castigando justamente a los incrédulos en la tierra. Y finalmente, se apoderará de ese malvado Anticristo y lo arrojará al lago de fuego. Mateo 24:9,31; Apocalipsis 8-9,16,19
Al final de la semana 70 de Daniel, estaremos diciendo con entusiasmo: “El reino del mundo se ha convertido en el reino de nuestro Señor y de Su Cristo” (Apocalipsis 11:15). En ese momento, un gran remanente de judíos será salvo, y ellos, junto con todos los creyentes glorificados, ayudarán a Cristo a gobernar el mundo. Esta será una edad muy buena, una época más gloriosa, un período de 1000 años llamado el reino milenario. Pero por ahora, hagamos la obra que Dios quiere que hagamos, y estemos esperando con ansias este tiempo futuro en el que Cristo Rey traerá verdadera paz y prosperidad a esta tierra. 1 Tesalonicenses 1:9-10, Romanos 11:25-27, Apocalipsis 20:1-6
Jesucristo viene a reinar sobre esta tierra, y reinaremos con El. Esta es nuestra esperanza, y con certeza acontecerá (Apocalipsis 2:26-27, 5:10). Anímense con los siguientes versículos que hablan de nuestro Rey venidero, y del magnífico futuro que tendremos con Él. “Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre.“ – Zacarías 14:9. “Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará esto.“ – Isaías 9:6-7.“ Porque Dios es Rey de toda la tierra; cantad alabanzas con armonioso salmo.Dios reina sobre las naciones; sentado está Dios en su santo trono.“ – Salmos 47:7-8.“ Alégrense y canten con júbilo las naciones, porque tú juzgarás a los pueblos con equidad, y guiarás a las naciones en la tierra. “ – Salmos 67:4.“ Bendito sea el Señor Dios, el Dios de Israel, el único que hace maravillas. Bendito sea su glorioso nombre para siempre, sea llena de su gloria toda la tierra. Amén y amén.” Salmo 72:18-19
Nota: Dos publicaciones anteriores te ayudarán en tu comprensión de la obra pasada, presente y futura del reino de Dios en la tierra, “El Reino de Dios” e “Instrucciones del Reino para la Iglesia”.