Por Steven J. Hogan

Traducido por Mario Meneses

• Un mensaje del Sábado por la Mañana #124

He llegado a amar estas dos pequeñas letras, 1.ª y 2.ª Tesalonicenses. Contienen la verdad tan relevante y necesaria sobre la segunda venida de Cristo y la vida cristiana. 

* 1.ª Tesalonicenses 4:13-18 trata sobre cómo todos los creyentes de todos los tiempos serán glorificados, serán plenamente salvos en la venida de Cristo. Aquellos que ya están en el cielo se unirán a los cristianos que son raptados de la tierra, y juntos se encontrarán con Jesucristo en el aire. 
* 1.ª Tesalonicenses 5:1-9 nos dice que los incrédulos serán totalmente sorprendidos por la venida del Señor y el día del Señor. Pero los creyentes en la tierra no se sorprenderán y, de hecho, llenos de fe, esperanza y amor, estarán esperando Su venida. 
* 2.ª  Tesalonicenses 1:3-10 dice que los cristianos sufrirán,  pero se les dará alivio y serán glorificados cuando Jesucristo sea revelado al mundo. Esto contrasta fuertemente con los incrédulos que serán castigados, que “pagarán la pena de la destrucción eterna”.
* 2.ª Tesalonicenses 2:1-12 nos informa que la apostasía, y la venida de ese orgulloso y diabólico Anticristo, deben tener lugar antes de la venida de Cristo y del éxtasis de la iglesia. Es verdad: la iglesia estará en la tierra cuando se revele el Anticristo.

Estos son grandes pasajes, porque nos dicen verdades básicas de los últimos tiempos que todo cristiano debe conocer. Estudiarlos, entenderlos, nunca olvidarlos, y no dejes que nadie te engañe o te engañe acerca de la venida de Cristo. Pero hay algo más que necesitas entender. Lo que he visto a lo largo de los años es que muchos cristianos saben todo acerca de la profecía y lo que Dios dice acerca de nuestro futuro: comparten versículos y discuten temas que se relacionan con el regreso de Cristo y el éxtasis, pero muchos de ellos se pierden el panorama general.

Este es el punto: no quieres centrarte sólo en lo que Pablo dice sobre la venida de Cristo en estas dos epístolas. No querrás separar lo que Pablo dice en 1 Tesalonicenses 4-5 y 2 Tesalonicenses 1-2 sobre los últimos tiempos del resto de 1-2 Tesalonicenses. No debes estudiar estos pasajes de profecía fuera de contexto. No es sólo lo que sabes acerca de la profecía, sino que es cómo vives, y el resto de estas epístolas dan las instrucciones necesarias en cuanto a cómo debes vivir para el Señor. Ahora que estamos en los últimos tiempos, ¿no crees que todas las verdades de 1-2 Tesalonicenses son específica y especialmente relevantes para lo que Dios quiere que hagamos en este momento de la historia? Dios nos da estas dos epístolas para que podamos saber lo que quiere que sepamos acerca de los últimos tiempos, pero también para que podamos aprender a vivir para él en vista de la venida de Cristo.

Por supuesto, Dios nos da todas las epístolas, así como toda la Biblia, para que podamos vivir con razón para El. Pero estamos mirando a 1-2 Tesalonicenses, y permítanme resumir así cómo debe ser la iglesia de los últimos tiempos, lo que los pastores y los cristianos individuales necesitan saber y hacer. * En primer lugar, ves el gran amor de Pablo por estos creyentes:  Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. Teniendo así un gran afecto por vosotros, nos hemos complacido en impartiros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas, pues llegasteis a sernos muy amados. (1 Tes. 2:7-12, 2:19, 3:12). ¡Podríamos amar así! * En segundo lugar, habló repetidamente de la importancia de tener fe en Dios, esperanza para el futuro y amor al Señor y a los cristianos. 1 S. 1:3, 3:6-13, 5:8 * Tercero, elogió a los cristianos por creer en la palabra de Dios, por sufrir por el Señor, por servirle, por su perseverancia en medio de la persecución y por compartir su fe– “en todos los lugares donde vuestra fe en Dios se ha ido adelante. 1 Tes. 1:8, 2:13; 2 Tes. 1:4 * Cuarto, los exhortó a mantenerse firmes, vivir vidas santas, amarse unos a otros, orar, regocijarse, ser agradecidos, ser discernidos para que anduvierais como es digno del Dios que os ha llamado a su reino y a su gloria.”  1 Tes. 1:12, 3:8, 4:1-10, 5:16-18, 5:21 * Quinto, les mandó que no fueran perezosos, indisciplinados o necesitados, sino que fueran buenos obreros, y comieran su propio pan. 1 Tes. 4:11-12, 2 Tes. 3:6-13* Sexto, les recordó que Dios los había elegido y que los había llamado y que sería fiel y cumpliría Sus propósitos para ellos. 1 Tes. 5:24, 2 Tes. 2:13-14* Séptimo, Pablo oró por ellos, con la meta principal de que Cristo fuera glorificado (2 Tes. 1:11-12). Y hay muchas más lecciones de fin de tiempo en estas epístolas.

Mis versos favoritos en estas dos epístolas son las cinco bendiciones. Aquí es cuando Pablo te dice lo que Dios hará, que El mismo te mantendrá sin culpa, te santificará, te permitirá conocer Su amor, te hará amar los unos a los otros, te dará paz y te glorificará. 1 Tesalonicenses 3:11-13, 5:23-24; 2 Tesalonicenses 2:16-17, 3:5, 3:16

Como saben, mi fuerte deseo es que entiendan la profecía de los últimos tiempos, pero necesitan entenderla en el contexto de la iglesia. Su valor y utilidad para Dios se ve cuando usted es un miembro santo, amoroso y en servicio de la iglesia, y son las epístolas las que le enseñan a vivir así durante esta era de la iglesia. Y es esta epístola tesalonicense, escrita para instruir a una iglesia acerca de los últimos tiempos, la que te instruirá cómo vivir tu vida de vista a la venida de Cristo. En estos últimos años ruego que haya iglesias de tipo tesalonicense en todo el mundo, que amen al Señor, vivan para el Señor y esperen su pronto regreso. “Que el Dios de la paz mismo os santifique por completo; y que tu espíritu, alma y cuerpo sean preservados en la venida o en nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Aquel que os llama, y lo llevará a cabo.” 1 Tesalonicenses 5:23-24

Nota: Aquí hay una lectura corta, una entrada de blog, y una lectura más larga, un artículo, sobre cómo vivir para el Señor en los últimos tiempos: ¿Cómo entonces debemos vivir en los últimos tiempos? y ¿Qué quiere Dios que haga en los últimos tiempos?