Por Steven J. Hogan
Traducido por Mario Meneses
~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana #145 ~
Todo el libro de Apocalipsis es importante para que los cristianos lo entiendan, pero los capítulos 2-3 son esenciales, y es por eso por lo que Jesucristo está dando instrucciones a las iglesias. Gran parte de Apocalipsis describe acontecimientos y detalles que Dios quiere que sepamos, pero en estos dos capítulos Dios habla a las iglesias diciéndoles cómo deben vivir para él, lo que necesitan creer y hacer. Apocalipsis 2-3 son siete cartas escritas a siete iglesias existentes en el siglo I, pero han sido instructivas para las iglesias a lo largo de los años, y ahora que vivimos en los últimos tiempos, son especialmente relevantes para nosotros, “porque el tiempo está cerca” (Apocalipsis 1:3). ¿Qué debemos aprender de estos capítulos de los últimos tiempos?
Hay una descripción sorprendente, poderosa y gloriosa de Jesús, nuestro Salvador, Señor y Rey, y el próximo Juez, dada en Apocalipsis 1:12-17. Vemos que está caminando (espiritualmente hablando) entre los candeleros, que son las iglesias. Que está caminando significa que nos ama activamente, nos cuida y está construyendo cada iglesia, que es lo que le prometió a Pedro (Mateo 16:18). Jesús conoce nuestras acciones, sabe lo que estamos haciendo, lo bueno y lo malo. Y elogia a las iglesias cuando están haciendo lo correcto, pero las corrige cuando están haciendo lo que está mal. Jesús también promete a los vencedores, a los cristianos victoriosos, que los bendecirá grande y eternamente.
Hay una descripción de siete iglesias, similares a las que han existido a lo largo de la historia, y a las de nuestras propias ciudades y pueblos hoy en día. Hay pequeñas iglesias e iglesias grandes, iglesias santas e iglesias profanas, iglesias fuertes e iglesias débiles, iglesias vivas e iglesias muertas, iglesias victoriosas e iglesias en dificultades, iglesias perseguidas e iglesias mundanas, e iglesias llenas de verdad e iglesias llenas de errores.
Habla de los ángeles, ayudantes superfuertes de Jesús que llevan a cabo Su obra en las iglesias (Apocalipsis 1:20, 2:1, 2:8, 2:12, 2:18, 3:1, 3:7, 3:14). Estos ángeles son “espíritus ministrantes, enviados a prestar servicio por el bien de los que heredarán la salvación” (Hebreos 1:14, Salmos 103:20). Esto debería alentarnos en gran medida, sabiendo que Jesús está trabajando con los ángeles, Sus agentes del servicio secreto cuya obediencia fiel a El se ve en su ayuda divina para nosotros, y su protección de nosotros.
Enfatiza que el Espíritu Santo está trabajando con Jesús en cada iglesia y en todos los sentidos, llenándonos, enseñándonos, recordándonos, santificándonos, guiándonos, empoderándonos y bendiciéndonos. Qué maravilloso es que el Ayudante Supremo de Jesús que esta dentro de nosotros y con nosotros, asegurándonos de que saldremos de esta tierra, lleguemos sanos y salvos al cielo y vivamos para siempre. Y observen la instrucción final a cada iglesia, de que debemos escuchar al Espíritu, escuchar lo que tiene que decirnos, porque lo que nos dice es extremadamente importante. Apocalipsis 2:7, 2:11, 2:17, 2:29, 3:6, 3:13, 3:22
Hay muchas lecciones que Jesús quiere que aprendamos y apliquemos a nuestra vida:
* perseverar y aguantar (Ap. 2:3, 2:19, 2:26),
* a amar a Jesús (Ap. 2:4),
* a arrepentirnos de cualquier pecado (Ap. 2:5, 2:16, 2:21, 3:3, 3:19),
* odiar el mal y no tolerar a las personas malvadas que están en la iglesia (Ap. 2:2, 2:6),
* a no tener miedo de la persecución, el encarcelamiento y el sufrimiento (Ap. 2:10),
* para ser fieles a la muerte (Ap. 2:10, 2:13),
* para no negar la fe, y no negar a Jesús (Ap. 2:13, 3:8) enseñanza (Ap. 2:14-15, 2:20, 2:24),
* a amar, tener fe y servir (Ap. 2:19),
* a estar creciendo, a progresar (Ap. 2:19),
* a no ser impuros o inmorales (Ap. 2:14, 2:20-21),
* a conocer y luchar contra los planes de Satanás (Ap. 2:9, 2:13, 2:24, 3:9),
* a completar la obra que Dios te da hacer (Ap. 3:2, 3:8),
* a recordar lo que has aprendido de Jesús (Ap. 3:3),
* a guardar y obedecer la palabra de Dios (Ap. 3:3, 3:8),
* a ser santo (Ap. 3:4, 3:15-19),
* a conocer el amor de Dios (Ap. 3:9), creer que Jesús viene , y prontamente (Ap. 2:25, 3:11),
* no ser tibio, no ser mundano (Ap. 3:15-16),
* no confiar en vuestras riquezas y ser engañados (Ap. 3:17),
* a ser vencedor, ser triunfador, y creer en todas las promesas (Ap. 2:7, 2:11, 2:17, 2:26, 3:5, 3:12, 3:21)
* tener comunión, tener una relación cercana con Jesús (Ap. 3:20).
Estas son las verdades que Jesús quiere que conozcas y apliques a tu vida hoy y hasta el final de tu vida en la tierra, ya sea que eso suceda por la muerte o por el rapto.
Lo que Cristo más cuida en esta tierra es Su iglesia, Su esposa, los hijos de Dios. Ruego que estén en una buena iglesia, una iglesia que enseñe la verdad, que ama a Dios, que siga A Cristo, que sea una guía espiritual, que trabaje en la creación de discípulos y que sea una iglesia que viene de Cristo. Qué emocionante es, y cuán privilegiado es vivir en los últimos tiempos, saber que somos parte de la iglesia de Cristo, y que no pasará mucho tiempo antes de que regrese para raptar a la iglesia y establecer Su reino en la tierra. Recuerda las últimas palabras de Jesús, repetidas tres veces en Apocalipsis 22, “He aquí, voy a venir pronto.” Podríamos contestarle de corazón y con amor: “Ven, Señor Jesús.”
Nota: Aquí hay otros dos mensajes anteriores que se relacionan directamente con este tema: “¿Cómo entonces debemos vivir en los últimos tiempos?” e “Instrucciones del Reino para la Iglesia.”