Por Steven J. Hogan

Traducido por Mario Meneses

~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana #18 ~

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Quiero mirar hoy una parábola que ha impactado mi vida grandemente, y al mismo tiempo me ha motivado mucho para servir al Señor en estos días. Lucas 19:11 – “Estando ellos oyendo estas cosas, continuando Jesús, dijo una parábola, porque Él estaba cerca de Jerusalén y ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro.” Esta historia describe a un hombre de familia noble quien fue a un país lejano a recibir un reino, y mientras tanto sus diez esclavos tenían que invertir su dinero. Él les dio instrucciones “Negociad esto hasta que yo regrese.” Lucas 19:13. La lección principal de esta parábola es que, durante la era de la iglesia, usted debe usar sus talentos, Dios le ha dado tiempo y dinero para usarlos para sus propósitos y para su gloria.

Dios le ha dado dones y habilidades únicas, y cierta cantidad de dinero para usar, y cierta cantidad de tiempo para vivir. Y como cristiano, esto no es suyo – usted no es dueño de nada, porque todo lo que usted tiene Dios se lo ha dado a usted temporalmente. Él es el dueño, Él es el Señor, y usted es solamente el gerente, el mayordomo, el esclavo. Usted no debe trabajar para usted mismo sino también para Dios, usando los dones, habilidades, dinero y tiempo que Él nos ha dado.

Tiene que darse cuenta de que Dios mismo lo ha creado de cierta forma, y le ha dado todo lo que necesita para hacer el trabajo que quiere que haga. Esto debe emocionarlo y motivarlo a trabajar para Dios, a “Negociar” hasta que Jesucristo regrese, hasta el rapto. Como cristiano usted es extremadamente privilegiado en ser un siervo de Dios, y trabajar para él y hacer su trabajo. Sea fiel, Sea diligente, Sea pragmático. Trabaje lleno de alegría. Trabaje duro. Trabaje inteligentemente. “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas.” Efesios 2:10.

Este trabajo que fue planeado por Dios se refiere a servir a la iglesia, y para eso usted usa sus dones espirituales. Se refiere también a su trabajo normal fuera de la iglesia, y usted usa sus talentos. Usted puede ser una enfermera, un profesor, un ingeniero, un trabajador de fábrica, un agricultor, un cocinero, un artista gráfico, una madre, un pastor, etc.… pero recuerde, todo su trabajo es espiritual, y tiene ambos, un valor terrenal y un valor eterno.

“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís.” Colosenses 3:23-24

Usted puede retirarse de su trabajo secular, pero usted nunca debe retirarse de trabajar para Dios. No importa su edad, manténgase invirtiendo su vida en el trabajo de Dios hasta su regreso, o hasta que usted muera. No sea miope, pero mire su vida desde el punto de vista de los tiempos venideros. Recuerde que Dios quiere bendecirlo eternamente por todo su trabajo en la tierra. Mire con anticipación lo que Jesucristo quiere decirle, “Y él le dijo: “Bien hecho, buen siervo, puesto que has sido fiel en lo muy poco, ten autoridad sobre diez ciudades.” Lucas 19:17

Después nos encontramos con una parte triste en esta parábola acerca del esclavo malvado, inútil y miedoso, quien no estaba trabajando para su señor, y al mismo tiempo malgastando su dinero. Lucas 19:20-26. El señor correctamente le quito lo que le había dado y se lo dio a otro esclavo para usarlo de una forma productiva. La lección para nosotros es muy simple, que no seamos perezosos, egoístas o mundanos, sino que nos despertemos y nos pongamos a trabajar.

También recordemos el trabajo principal de la iglesia. Mateo 24:14 – “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo[a] como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.” Mateo 28:19-20 “Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones…” Si, tenemos diferentes trabajos que estamos haciendo para nuestro Señor, pero tienen que ser vistos en el contexto de proclamar el evangelio y hacer discípulos. Entonces es importante estar en una iglesia que está enfocada en proclamar el evangelio y en la enseñanza de la palabra de Dios.

Esta parábola es para todos los creyentes durante la era de la iglesia, pero tiene una relevancia particular para nosotros en nuestro tiempo. Hace 2000 años, “ellos pensaban que el reino de Dios iba a aparecer de un momento a otro”. Pero ahora vivimos en los últimos tiempos, y sabemos que Jesús regresará pronto, y luego su reino aparecerá. Debemos estar emocionadísimos al pensar que, de toda la historia, este es nuestro tiempo, esta es nuestra oportunidad para servir al Señor. Dejad que se diga otra vez, “Negociad con esto hasta que yo regrese.