Por Steve J Hogan

Traducido por Mario Meneses

~ Un Mensaje del Sábado por la Mañana #19 ~

Cuando hablamos de profecía de los últimos tiempos, no nos podemos enfocar solamente en la Iglesia. Tenemos que entender la historia pasada de los judíos para entender como Dios trabaja hoy en día con los judíos, y que su presente trabajo con ellos en los últimos tiempos, es hecho simultáneamente con su trabajo en la iglesia. Este es un resumen del trabajo de Dios con los judíos.

Fue aproximadamente en el año 2050 BC que Dios comenzó a poner en marcha sus planes con los judíos. Él le prometió a Abraham que él iba a heredar una gran área de tierra, y le iba a dar un gran número de descendientes (Génesis 12:1-3, 13:14-16). Luego vino el hijo de Abraham, Isaías, y después su nieto Jacobo, y luego su bisnieto Josué. Fue Josué quien providencialmente fue llevado a Egipto, y años más tarde, fue reunido con sus 11 hermanos. De los 12 hijos de Jacobo vinieron las 12 tribus de Israel, y el nacimiento de la nación de Israel en la nación de Egipto.

Aproximadamente en el año 1445 BC Dios escogió a Moisés para ayudar milagrosamente a los judíos para escapar de Egipto hacia el desierto. Allí Dios les dio la ley, a través de la cual ellos deberían obedecerlo. Moisés lidero humildemente a los judíos en el desierto por 40 largos años, pero fue Josué quien los lidero hasta Canaán donde ellos derrotaron contundentemente a sus enemigos, finalmente tomando posesión de la tierra prometida. Pero no paso mucho tiempo sin que los judíos comenzaran a desobedecer las layes que Dios les había dado. Como consecuencia, Dios comenzó a nombrar Jueces quienes lideraron a Israel por los siguientes 325 años.

En al año 1110 BC Dios primero se manifestó el mismo a Samuel, y lo levanto para ser un profeta y sacerdote. Ahora los judíos querían un rey, entonces Samuel nombro a Saúl, pero él no fue un buen rey. Y luego vemos a David como rey, hombre según el corazón de Dios, y él fue el mejor de los reyes en la tierra. Entonces Dios le hizo una gran promesa a David, que uno de sus descendientes iba a ser el Mesías, el futuro Rey del mundo (2 Samuel 7:12-16).

Luego vino Salomón (970 BC), un rey muy famoso en todo el mundo, quien fue responsable por construir un templo para los judíos. Después de él vinieron muchos reyes, unos buenos y otros malos. Y tristemente, en vez de adorar a Dios, muchos de los judíos comenzaron a adorar ídolos. Este terrible y grave pecado se mantuvo por 350 años, atrayendo el enfado de Dios, resultando en la ira de Dios siendo derramada frecuentemente hacia su gente. Él también les envió profetas, como Isaías, Joel y Jeremías, para proclamar la palabra de Dios, y ayudarlos a comprender su necesidad de arrepentimiento de sus pecados. Durante todo esto Dios fue muy paciente y muy misericordioso. Fue durante este tiempo que Dios le hizo la promesa más misericordiosa a Jeremías, que en el futuro, Él va a salvar a un gran número de Judíos (Jeremías 31:33-34).

Pero finalmente, Dios había tenido suficientes pecados de los Judíos, y el castigó a su gente enviándolos a Israel (722BC), a Asiria, y fuera de Babilón (606 BC). Luego después de 70 años, Dios, a través de Haggai, Ezra y Nehemías, comenzaron misericordiosamente a llevar a los judíos exiliados de vuelta a su tierra. Ellos reconstruyeron el templo y la muralla de la ciudad, y de nuevo comenzaron a adorar al Dios verdadero. A medida que el tiempo paso, los Judíos continuaron pecando más y más, pero no era mucho por la adoración de ídolos sino más que todo una rebeldía orgullosa contra Dios.

Después, en el tiempo indicado, acerca del año 4 BC, JESUS, un judío, un descendiente de Abraham y David, El Mesías, el Hijo de Dios, nació. Cuando El tenía 30 años de edad, comenzó su ministerio, ensenando, sanando, y haciendo discípulos. Después El humildemente y amorosamente murió en la cruz por nosotros, sufriendo y muriendo por nuestros pecados, pero Dios lo resucito de los muertos, y después de 40 días El ascendió al cielo. Amen!

Tristemente los judíos endurecieron su corazón, y no se arrepintieron de sus pecados, ni se entregaron a Dios para salvación. Y así en el año 70 AD, Dios castigó a los judíos severamente y aproximadamente un millón de ellos murieron, y el resto fueron llevados cautivos a todas las naciones. Pero los planes y promesas de Dios no fueron ni cambiados ni nulificados, como algunos creen, sino que solo fueron suspendidos. La era de la Iglesia había comenzado: desde el cielo Cristo estaba formando su iglesia en la tierra – era el tiempo para invocar el nombre del Señor para ser salvo de sus pecados.

Es el año 2017, cerca de 2000 años más tarde, y todavía estamos en la era de la iglesia. Pero ahora vivimos en los últimos tiempos, la última parte de la era de la iglesia, porque los Judíos, después de haber estado esparcidos por cerca de 1800 años, han regresado milagrosamente a sus tierra. Las partes proféticas del rompecabezas están siendo puestas en su lugar; el trabajo de Dios con los judíos y con la iglesia es claramente evidente. No pasara mucho tiempo antes de que Jesucristo regrese y rapte a los cristianos, y derrame su ira sobre el mundo. Después Dios será fiel a su palabra, y va a completar sus promesas a los judíos. La promesa de salvación, la promesa de la tierra, y la promesa de un Rey. Finalmente, paz en el mundo, Shalom.